jueves, 15 de septiembre de 2016

BLANKCANVAS. PROCESO Y RESULTADO

Foto: Rosa Copado

Tal y como os prometí en otro post (AQUÍ), hoy os hablo un poco más de esta experiencia que he tenido la oportunidad de vivir, el proyecto BlankCanvas. Como os comenté, la fotógrafa Rosa Copado pidió no saber qué diseñador le había tocado, ni cuáles serían los estilismos ni la puesta en escena. Además quiso trabajar el autorretrato y estar sola durante toda la sesión.

Ella transmitió a las chicas Blupaipai lo que le inspiraba el lienzo en blanco: la luz, el calor, los tonos claros, blanco sobre blanco... Hizo hincapié en que le gustaba que los diseños fueran en tonos claros. Así que yo llevé varios kimonos de la línea de novias en la que estaba trabajando (pensada para el momento en que la novia se maquilla y peina para el gran momento) y que encajan perfectamente en ese universo.
Foto: Rosa Copado




Sin embargo, a mí el lienzo en blanco me pedía hacer algo más espectacular, quería dar un paso más en lo que había hecho hasta ahora y lanzarme a crear un 'vestido-kimono'. A pesar de que ella no quería colores fuertes, yo la vi vestida de rojo (un color que me encanta, que destacaría sobre el gran lienzo blanco y que a ella le favorece). Y pidiéndole medidas en la distancia y sin poder hacerle ni una sola prueba hicimos el diseño.

Es un vestido con mangas de kimono y flecos de medio metro, con escote pronunciado y largo asimétrico. Partí del kimono tradicional abriendo el escote y optando por una falda con pliegues y asimétrica para obtener un diseño más sexy. La tradicional faja ancha que sujeta los kimonos en este caso se estrecha y se curva ligeramente en un lado, pudiendo colocar esa parte curva hacia arriba o hacia abajo y anudando el fajín donde se desee: delante, detrás o a un lado. Este vestido ha supuesto para mí un antes y un después, me hizo avanzar hacia un camino en el que encuentro muchísima inspiración y que me está llevando a realizar otros diseños más complejos. BlankCanvas me ha hecho crecer.

No hay que olvidar que se trataba de un juego y yo hice mi apuesta, me arriesgaba  a que no le gustara, y si era así me tendría que aguantar... La dejamos que entrara sola a los estudios de La Mundial y pasado un rato fuimos a verla, a maquillarla y peinarla. Cuál fue mi sorpresa cuando vi que el primer kimono que se probó fue el rojo, le quedaba espectacular y yo estaba emocionada. Aquí os dejo fotos del making of:
Por otro lado, estaba la puesta en escena de las chicas Blupaipai, que la describían así: "La habitación abandonada, entelada, los muebles tapados… La soledad en blanco. Blanco sobre blanco. ¿Un cielo, un manicomio, un espacio habitado por un alma errante? Soledad, quietud, misterio, algo de exotismo que nos lleva a otros países. Planteamos algo que al público le queda lejano puesto que no sabemos del todo qué es lo que pasa ahí. Inventar una narrativa, un cuentecito. Descuadramos la composición con algo fuera de lugar, al estilo Dadá… con esto radicalizaríamos el misterio. Por ejemplo, subir una o dos de las patas de la cama, de manera que su superficie quede algo frontal, pero, a la vez, siga permitiendo sentarse o tumbarse. Eso hace la foto más colosal. La luz entra por la ventana entreabierta y el exterior es solo una sombra".



Y el resultado de todo este trabajo es el autorretrato y el clip de vídeo que os he enseñado al principio del post, además de esta bella secuencia de fotos:
Secuencia de fotos: Rosa Copado

Y así quedó en la sala de exposiciones. Por cierto, hoy es el último día para verla, así que aún estáis a tiempo (Centro Cultural Baños Árabes de Jaén):

GRACIAS A TODA LA FAMILIA BLANKCANVAS POR RETARME A CREAR

lunes, 5 de septiembre de 2016

TURISMO 'SLOW' / SLOW TRAVEL

Turismo 'slow', así es como se llama lo que a mí me gusta hacer cuando viajo. Hace años era de las que intentaba ver todo cuando viajaba a algún sitio, pero ahora mi filosofía ha cambiado. Creo que en eso ha influido mi pareja y el ritmo de vida. Ahora, cuando tenemos vacaciones, lo que menos me apetece es repetir el estrés y la velocidad que a veces sufrimos en la vida cotidiana y, desde luego, tengo clarísimo que no quiero volver de las vacaciones más cansada de lo que me fui.

Eso ahora tiene un nombre, es el movimiento slow, que también se aplica al turismo. Carl Honoré (periodista autor de 'Elogio de la Lentitud') afirmaba en una entrevista que "Slow Travel significa tomarse el tiempo para saborear cada momento del día, deleitarse con el fino grano y textura de un lugar, haciendo a su vez lazos con otras personas. Se trata de experimentar gratamente un lugar en el sentido de que nos volvemos a casa relajados, frescos y bendecidos, con un nuevo entendimiento de nosotros mismos y del mundo" y añadía que "es siempre más satisfactorio y memorable dedicar tres días a conocer un lugar que tres lugares diferentes el mismo día". Antes me fastidiaba si no me quedaba tiempo para visitar algún monumento, ahora pienso que así tengo una excusa para volver a ese lugar. Y si nos paramos a pensarlo, siempre quedarán cosas por descubrir, es imposible abarcarlo todo, tranquilidad ;)

Con este tipo de viajes me doy cuenta de que nuestra estancia en el lugar es mucho más placentera, de hecho tengo unos recuerdos mucho más intensos y bonitos de esos viajes que de los otros. Es una manera más lenta de viajar, permaneciendo más tiempo en un lugar y experimentar lo que es vivir como un local.

A nosotros nos ha pasado de coincidir con otra pareja en un aeropuerto y tener dos conceptos muy distintos del mismo destino. Fue en Lanzarote, ellos habían pasado unas vacaciones horribles y no paraban de discutir, nosotros estábamos encantados, habíamos pasado unos días en dos pueblecitos muy pequeños, alejados de la zona más turística de la isla y en unos alojamientos preciosos (podéis recordarlo en estos posts: AQUÍ y AQUÍ). Habíamos vivido dos realidades muy diferentes de un mismo sitio. Y es que la mayoría de alojamientos que comparto por aquí creo que van en esta línea de hacer turismo, invitan a la tranquilidad.

Es el caso del que hoy os traigo: Torralbenc, una antigua finca agrícola convertida en hotel en Menorca, en un paraje declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Cuenta con jardín, piscina, spa y hasta una pequeña capilla, y un restaurante de cocina de temporada que abastecen productores locales. La arquitectura respeta el entorno y en la decoración destaca la utilización de la piedra combinada con la madera, los tejidos naturales y las obras de arte.
Fotos: Revista AD
"Una vez que has viajado, la travesía nunca termina, sino que es recreada una y otra vez a partir de vitrinas con recuerdos. La mente nunca puede desprenderse del viaje" (Pat Conroy).